Summer: capítulo 6.

Ya es el final. Voy a llorar. Summer es la que más me ha gustado y ya termina... ;-;
También lloro porque Julie ha desaparecido y sin sus comentarios no soy del todo feliz. Pero los de Ali también me alegran mucho. En general, todos los comentarios hacen que merezca la pena escribir. Gracias. :3 Qué drama, parece que me estoy despidiendo para siempre de este mundo.
Os dejo el último de Summer.
6.-Platinum butterfly (Mariposa de platino).
Me puse un vestido de playa bonito para la ocasión, y mis sandalias romanas favoritas. Mi madre se había empeñado en ponerme guapa, así que me había hecho una trenza a modo de diadema y me había ondulado un poco el pelo. Me miré al espejo y me sentí preciosa, pero cuando salí y vi a mi hermana cambié de opinión. A su lado, yo era fea: no se había arreglado mucho, porque íbamos a una fiesta en la playa, pero estaba deslumbrante: le brillaba el pelo, que tenía cortado a capas, y le caía en cascada por la espalda; se había echado brillo de labios; olía maravillosamente a cereza y llevaba un vestido que le quedaba genial, se le ajustaba perfectamente al cuerpo. No es que tuviera mucho (de nada), pero el vestido la hacía parecer una supermodelo. Aun siendo un mísero vestido de playa. Eso me puso furiosa y verde envidia.
Sí. Mi hermana venía conmigo.
-¿Estoy guapa? -me preguntó. Enarqué las cejas.
-Yo estoy guapa. Tú pareces una diosa -respondí.
Tyssa se sonrojó. Ella tampoco acostumbraba a arreglarse, se pasaba el día entre libros, los dibujos que hacía y las historias que escribía.
-Gracias, hermanita. Tú también estás preciosa.
-Si me lo dice la reina de los libros y la belleza, tendré que creérmelo.
-La modestia está sobrevalorada, Iris.
-Entonces, seamos unas vanidosas.
Nos cogimos de las manos, y, poniendo morritos, recorrimos el pasillo dando pasos de modelo demasiado exagerados. Empezamos a reírnos al llegar al final, donde nos esperaba mi madre, que nos miraba aguantándose una sonrisa.
-Que lo paséis bien -nos dijo. Nos dio un beso a cada una mientras nos enfundábamos nuestras chaquetas cortas favoritas-. Y recordad: nada de volver de madrugada.
-Síiii -recitamos mi hermana y yo a la vez. Salimos a la calle y no tuvimos que esperar mucho hasta que Dan y Astrael aparecieron, en el coche del mayor. El menor se bajó a saludar.
-Ash, deberíamos haber traído la limusina. Este coche no está a la altura de las joyas de corona que tenemos delante.
Todos sonreímos.
-Eso es exagerar, Dan -respondí.
-Estáis preciosas para ser una simple fiesta de playa -dijo, abriéndonos la puerta de la parte trasera del coche.
-Tú también estás guapo -le dije cuando me acerqué a él, dejando pasar primero a mi hermana.
-Solo guapo, si me comparo contigo.
-Te estás pasando -le advertí con una sonrisa.
Se relamió los labios, mirándome, cuando ni Astrael ni Tyssa pudieron vernos.
-¡Eres un descarado! -dije, haciéndome la indignada (aunque se me escapó una sonrisa) y entrando al coche. Dan cerró la puerta tras de mí y se asomó por la ventana.
-¿Están cómodas nuestras joyitas? -preguntó.
-Sí -Tyssa sonrió. Aquel día estaba en plan infantil. Eso la hacía, además de guapa, adorable.
-Ash, esta es mi hermana pequeña, Tyssa Lonnegan -la presenté al conductor.
Astrael se giró con su expresión de conquistador.
-Vaya -se le escapó, mirándola. Su sonrisa parecía decir que se estaba planteando saltarse unas cuantas leyes-. Astrael Gallagher.
-Tendré que controlar a mi hermano -me susurró Dan mientras Tysh y Ash se daban la mano.
-¡Más te vale! -le advertí en el mismo tono.
Nos miramos un momento, cómplices. Dan volvió a su asiento y pusimos rumbo a la playa.

Cuando llegamos, el Sol aún brillaba. Bajamos del coche para que la música y el olor a carne y verduras asadas nos golpearan todos los sentidos. A Dan y Astrael no pareció afectarles mucho, pero a mi hermana y a mí, que no acostumbrábamos a salir a menudo, el ambiente casi nos tiró para atrás.
Ash aspiró el olor.
-Mmmm... ¡Hamburguesa de vacuno! -identificó, con asombrosa exactitud-. ¿Alguien se apunta?
-Paso -respondió Tysh.
-No me gusta mucho la carne -dije.
-Tengo que llevarlas con mis colegas -se excusó Dan.
-Vosotros os lo perdéis -Ash se encogió de hombros y se marchó.
Mientras nosotros nos adentrábamos también en la playa y buscábamos a nuestros amigos, me fui fijando en la decoración: había un par de carpas grandes, de colores suaves, y de una de ellas provenía una de las fuentes de la música. Había velas ya encendidas por toda la playa; algunas incluso en la orilla. Entre las dos carpas había varias barbacoas, donde se estaban cocinando la carne y las verduras.
Por fin encontramos a nuestro amigos chapoteando en la orilla y empapándose. Les presentamos a mi hermana, que se acobardó ante tanta gente. Por suerte, una de las chicas del grupo tenía su edad y congeniaron realmente bien, así que pudo disfrutar de la fiesta al final. Nuestros colegas nos arrastraron hasta el mar, y acabamos medio calados y con golpes en los brazos y las rodillas, pero las risas hasta que nos dolieron las mandíbulas los merecieron.
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-...Incluso el resfriado que cogió Dan y que lo tuvo en cama dos días después de la fiesta. Pero me estoy yendo del tema.
-Sí. -responden mis tres amigas a la vez, con los labios apretados a modo de indirecta para que continúe.
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Después de eso, entramos en la carpa tranquila para sentarnos y secarnos. Tysh y su amiga se ofrecieron a traernos algo de comer y aprovecharon para contarse un par de secretos.
-El mejor -pausa.- pillado -pausa.- de mi vida -concluí, y volví a echarme a reír, recordando los tropezones y golpes que todos nos habíamos llevado. Dan subió la mano y yo se la choqué.
-Ya te digo -coincidió-. No recuerdo la mitad de lo que ha pasado porque me faltan horas de sueño y los cachorros demoníacos no me dejan dormir, pero el mejor.
Todos alrededor nos reímos. Incluso muerto de sueño, Dan sabía hacernos reír.
Tysh y su amiga nos trajeron unas hamburguesas y las atacamos como muertos de hambre. Al terminar, la música de la carpa ruidosa se calló y en la nuestra empezó a sonar una más... de mi gusto. Rock&Roll. La "pista" (era simplemente un espacio despejado, ya que el suelo seguía siendo arena) se llenó en seguida. La música le devolvió a Dan su naturaleza marchosa y no tardó en ofrecerme la mano para salir a bailar. Negué con la cabeza, y, como respuesta, Dan me cogió de la mano y tiró de mí. Sonreí. Estaba deseando que insistiera.
Bailamos un Rock&Roll y después un Twist entre grititos y más tropiezos, arena por todas partes y sonrisas que lo decían todo. En un par de ocasiones nuestras caras quedaron tan cerca que pensé que Dan me besaría (porque sabía que se acercaba a mí a propósito), pero no lo hizo. Y me moría porque lo hiciera.
Tras el par de bailes, nos sentamos en un banco. Yo entre sus piernas, aprovechando que se había sentado como todo un tío. Giré un poco la cabeza para mirarlo y lo vi sonrojado y sorprendido.
-No sabía que fueras tan torpe bailando -empecé, para romper el hielo.
-Tú también eres bastante patosa -replicó, recuperándose.
-Pero seguro que mañana tú tendrás más cardenales.
-Eso ya lo veremos, botarate.
Abrí la boca, fingiendo estar enfada. Empecé a pincharle con el índice en el pecho y él hizo lo mismo en mis hombros. Estuvimos así, como completos memos, casi un minuto. Cuando nos cansamos, me giré y dejé de prestarle atención, aún fingiendo. Él suspiró y me abrazó por la cintura, pegándose a mi espalda.
-Me rindo -dijo.
-¿En qué? -pregunté, sin tener ni idea de qué hablaba.
-No sé dónde vives, ni creo que lo adivine -fui a replicar, pero el siguió hablando, así que callé-. Pero lo que sí sé... es que eres mi mariposa de platino -apoyó la barbilla en mi hombro y cerró los ojos. Tenía una expresión tan serena que me dio envidia. Mucha más de la que me había dado mi hermana hace unas horas. Me quedé mirando al suelo, pensando.
-Me lo pones muy difícil -dije.
-¿El qué?
Me giré de nuevo hacia él.
-Elegir -me acomodé un poco mejor entre sus piernas. Iba a decirle algo importante-. Dan... me gustas, y de verdad que quiero salir contigo -miré hacia abajo-. Pero pronto me marcharé y no quiero que tu corazón vuelva a romperse.
-¿Se te ha ocurrido pensar que tal vez no me importe? -respondió. Subí la cabeza, dispuesta a escucharlo-. Tengo la sensación de que el tiempo que pasemos juntos merecerá la pena, aunque sufra después. Seguiría siendo un corazón roto, pero no un desengaño.
-Duele más cuando sabes que no puedes estar con esa persona -reconocí, mirando al infinito. Dan asintió. Se acercó a mí un poco y me miró intensamente a los ojos.
-Estoy dispuesto a sufrir, Iris. Por decisión propia -me dijo.
No pude evitar sonreír. Mirándole a los ojos me di cuenta de que también yo estaba dispuesta a aguantar el dolor, cuanto fuera que me doliese. Le abracé, y él me devolvió el abrazo.
-Ven -se separó de mí y me cogió de la mano. Se acercó a donde estaban nuestros amigos. Empezaba a imaginarme sus intenciones.
-Chicos, tenemos una cosa que deciros -anunció.
Y a pesar de todo, consiguió sorprenderme.
Me besó delante de todos nuestros amigos. Los gritos y vítores tardaron medio segundo en alzarse. Dan me abrazó con todas sus fuerzas al oírlos.
-¡Ya era hora, hermanita! -gritó mi hermana mientras reía de alegría.
-Me gustas -me dijo, cuando nos separamos-. Me gustas, me gustas, me gustas -repitió, deprisa-. Me encanta poder decirlo por fin.
-Me gustas, Dan -esbocé una enorme sonrisa, y volvimos a besarnos.
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-Oooooooh -corean mis tres amigas.
-Qué bonito -suspira Lanna.
-Una historia muy romántica -aprecia Rox.
-El final que se merecía -asiente Skai.
-Pero aún queda el epílogo, ¿no? -pregunta Rox.
-Eso, eso -salta Skai-. Tienes que contarnos cómo es que seguís juntos.
-Dicho y hecho -acepto.
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El resto del mes fue increíble. Lo pasé aún mejor con Dan. Me sentía muy enamorada y más cerca de él que nunca. Astrael y los perros se amoldaron muy bien a mi constante presencia. Cuanto más pasaba el tiempo, más fuerza cobraba una idea: la de quedarme con Dan en aquella ciudad, aunque solo fuera hasta el final de las vacaciones.
Y llegó el día en que teníamos que despedirnos.
-Espero que volvamos a vernos, Ash -dijo Tysh, abrazándose a Astrael.
-Y yo, enana -sonrió él.
Estábamos en la estación de trenes. Los dos hermanos Gallagher nos habían acompañado para despedirnos. Sonreí al ver la escena de nuestros hermanos y miré a Dan.
-Iris, yo... -no dejaba de mirar a todos lados, nervioso. Cerró los ojos con fuerza y al abrirlos me soltó-: No quiero que te vayas.
-Ni yo, Dan, pero mi casa está en Gran Bretaña -suspiré-. Aunque mi vida esté ahora aquí.
Una voz anunció que el tren estaba llegando al andén.
-Chicas, tenemos que irnos -anunció mi madre. Aquello hizo que se me saltaran las lágrimas. Hice verdaderos esfuerzos por no derramar ninguna.
Besé a Dan, como tantas veces había hecho ya, y nos miramos por última vez. La sonrisa que me dedicó en aquel momento me destrozó por dentro. Me separé de él a regañadientes, y empecé a andar mirando hacia atrás, sin poder quitarle la vista de encima. Dan tampoco dejaba de mirarme con su sonrisa triste.
-Hermanita, no entiendo por qué no podemos luchar por lo que queremos -Tysh miraba hacia abajo, entristecida.
Aquella frase suya me hizo para en seco. Para ser más pequeña que yo, siempre era la voz de la sabiduría.
-Tysha... sí que podemos. ¿Tú quieres quedarte aquí? -le pregunté.
-Claro que quiero, aquí he encontrado a una amiga de verdad -me miró con sus preciosos ojos, y entonces supe lo que tenía que hacer: ser egoísta.
-Tysh, vamos a salir corriendo de vuelta a la de ya.
-¿Qué?
-¡Ya!
Ninguna dudamos. Echamos a correr de vuelta a la estación. Nuestros padres se giraron al oírme gritar, pero nosotras seguimos nuestro camino. Aún sabiendo que parecíamos idiotas corriendo con las maletas. Al vernos aparecer de nuevo, los dos hermanos estallaron en gritos de júbilo. Soltamos las maletas a la carrera, que acabaron en el suelo, y nos abrazamos a ellos: yo a Ash y Tysh a Dan.
-¡Nos quedamos! -anunció Tysha.
-Cueste lo que cueste -terminé. Me acerqué a Dan y le cogí de la mano con fuerza, emocionada.
-¿Podrás vivir sin el sonido de los trenes un poco más? -me preguntó. Asentí.
Nuestros padres volvieron junto a nosotros bastante cabreados, pero al ver que no íbamos a volver con ellos, acabaron rindiéndose. Nos prometieron que hablarían con nuestros tíos para que nos dejaran quedarnos con ellos hasta finales de verano y nos despedimos en el andén. Yo aún seguía de la mano de Dan.
Aquella noche la pasamos en casa de los Gallagher. Fue la más divertida de mi vida. El resto del verano estuvimos en casa de mis tíos. Y, al llegar septiembre, decidí quedarme a estudiar allí, para poder seguir viendo a Dan. Todos me decían que era una estupidez, pero, ¿quién no ha hecho las mayores tonterías por amor? Era lo que le decía a todos, y así era como dejaban de intentar convencerme de que hiciera la contrario. Ahora estudio allí. Echo mucho de menos el sonido de los trenes con que me he criado casi toda mi vida, pero soy feliz. Esa es la historia.
*****************************
-Hacer estupideces por amor, de eso sabemos las cuatro -Lanna asiente, convencida. El resto nos mostramos de acuerdo.
-Chicas, ya queda menos para el amanecer, y solo una historia por contar... -digo-. ¿Skai? Tu momento de brillar.
-Adelante, deslúmbranos -la anima Rox.
-Como queráis -Skai pone la espalda recta-. La última historia: terminemos con esto.

*se va llorando*

Comentarios

  1. ME ENCANTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA *-* CREO QUE TODO LO QUE TENGO QUE DECIR LO HAS VISTO POR TWITTER YA ASÍ QUE xD

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  2. Espera, primero me limpio las lágrimas porque es el último y me he emocionado... Bien, ya estoy lista para comentar (este comentario debe ser legendario porque es el último de Summer y lo merece, espero conseguirlo)
    No me esperaba que Tysh (que la adoro, no lo he dicho en ningún otro capítulo porque no tiene tanto protagonismo, pero en este capítulo me he enamorado de ella mucho >w<) fuera también a la fiesta, pero ella también tiene derecho a divertirse! La escena con Ash me ha encantado, si él tuviera unos años menos y ella unos años más podrían ser pareja -va a comprobar cuantos años tenía cada uno para verificar- si, puede funcionar *-* incluso como están, pero cuando ella tenga ya entre 18-20 años xD En este capítulo me he enamorado de todos los personajes, de todos! quiero un Dan y un Ash para mi TwT
    Dan, mi querido Daniel, ¿por qué es tan adorable? Si es que dan ganas de decirle a Iris, cógelo y no lo sueltes que te lo roban! Si no están juntos esos dos nada tiene sentido en ese mundo, han nacido con el destino unido (?)
    Ellos si que hacen fiestas chachis no como aquí que consiste en emborracharse hasta no poder más :D Algún día estaré en una fiesta así ewe
    Aalskdjflas cuando él se sienta como "un tio" y ella se sienta entre sus piernas, joder, muero, es que, aissh, venga, tranquilidad. No, no puedo son amor TwT Están dispuestos a sufrir por estar juntos el poco tiempo que le queda a Iris allí. Eso es amor verdadero sisi Y la manera de anunciarlo de Dan es muy Dan y me encanta y cuando él le dice "me gustas me gustas me gustas..." y yo oissh pero que adorable que es...
    Se quedan allí *o* Hacer estupideces por amor mola, aunque a mi lo que ha hecho Iris no me parece una estupidez. Un final increíble, como debía ser, siempre juntos que ambos se lo merecen. -se va limpiándose una lagrimilla traicionera-
    No me dejo nada más (bueno, que quiero leer la historia de Skai >w<) espero haber conseguido mi propósito (?)

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  3. oiiisshh me ha encantado *-* cierto, por amor se hacen muchas locuras...casi lloro enserio. muy buena la historia :)

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