Side-story: más AshTysh
Este es probablemente el último AshTysh que escriba. Me gustaría encontrar la inspiración de una buena vez para Autumn después de esto, así que no sé si escribiré más side-stories. En fin, disfrutad de la resolución de esta pareja, que ya necesitaba aclarar las cosas.
Side-story
7: Maybe someday...
Después de que Iris
intentara matar a Astrael, y a pesar de la intervención de Daniel,
Ash había acabado durmiendo en el sofá. Y allí estaba, intentando
encontrar una postura en la que dormir. Oyó movimiento en el pasillo
y se incorporó.
-¿Tysh? -susurró al
verla en la puerta, mirándolo a él. Estaba adorable con el pelo
medio revuelto, abrazada a una almohada, y con su pijama, y Ash se
sonrojó. -¿Qué haces aquí? ¿Quieres que tu hermana me mate de
verdad?
-¿Puedo pasar? -preguntó
Tysh a su vez, algo molesta.
-Eres tú la que vive
aquí -Astrael se encogió de hombros.
Tysha puso los ojos en
blanco y se sentó en el borde del sofá.
-Me sentía mal por haber
provocado que acabes durmiendo en el sofá. -hizo una pausa- Aunque,
por otra parte, es culpa tuya.
-¿Vienes a compadecerte
de mí o a echarme la bronca?
-Sí, esto... ¿Quieres
una almohada? -le ofreció la que llevaba en la mano.
-Teniéndote a ti... -Ash
esbozó una sonrisa pícara.
Tysh se enfadó, aunque
no pudo menos que sonrojarse también. Negó con la cabeza mientras
Ash se reía.
-En serio, quédate
conmigo un rato, es imposible dormir en este... mueble-pastelito pijo
y moderno -efectivamente el sofá era de colores pastel. Le tocó a
Tysh reírse.
-Vale, pero solo un rato
-aceptó.
Empezaron hablando de la
película de la tarde, pero de alguna acabaron contándose sus vidas.
Tysh aprendió que cuando a Ash le gustaba una chica, le gustaba de
verdad, y Ash que Tysh no tenía ni idea del amor.
Se hizo el silencio.
-Esto... no va a ninguna
parte, ¿verdad? -habló Tysh.
-Me temo que no -Ash negó
con la cabeza.
Ambos evitaban mirarse el
uno al otro mientras reflexionaban sobre lo que eso significaba.
-De todas formas, quiero
que sepas que me gustas -dijo Ash sonrojándose, pero sin atreverse a
mirarla.
-Y tú a mí, idiota
-respondió Tysh, que encontró el valor para darle un golpe en el
hombro.
Ambos se miraron con una
sonrisa triste.
-¿Quieres quedarte
conmigo un rato más? -ofreció Ash. Tysh aceptó.
Al cabo de un rato, y sin
darse cuenta, Tysh se había quedado dormida. Ambos habían acabado
de espaldas al otro, dolidos e incapaces de reprimir sus
sentimientos: ninguno quería acabar besando al otro una última vez.
Ya que a Ash también se le estaban cerrando los ojos, se giró para
despertar a Tysh, pero al hacerlo sin querer la empujó fuera del
sofá, y ella cayó de cara al suelo.
-¡Ostras! Tysh, ¿estás
bien?
Tysha, que se acababa de
despertar del golpe pero aún estaba medio dormida y con la cara
pegada al suelo, solo respondió:
-Ay.
-Lo siento... -se
disculpó Ash, reprimiendo una risa.
Bajó del sofá y se
arrodilló junto a Tysha, que se estaba frotando la nariz.
-Idiota -lo insultó
Tysh.
-Lo sé -respondió él,
sonriendo.
La cogió suavemente de
un lado de la cara para mirarle la nariz, lo que hizo que Tysh se
sonrojara. Ella apartó la mirada rápidamente, temiendo lo que
viniera a continuación.
-Eh, vamos -empezó Ash-,
un último beso.
Tysh lo miró, indecisa,
pero se decidió al ver la sonrisa triste de Ash. A ambos les dolía,
pero sabían que no era el momento. Tal vez, en unos años, cuando
Tysh fuera mayor de edad, si ambos seguían sintiendo lo mismo,
tendrían la oportunidad de quererse como no podían en aquel
momento.
Y se unieron en un beso
apasionado. Un beso sincero que dejó a Tysh sin aliento y al que Ash
se entregó como si no hubiera un mañana.
Fue un beso que pareció
durar una eternidad, pues ninguno quería terminarlo. Sabían que
todo habría acabado (los besos, el flirteo, las risas, la emoción)
en cuanto se separaran. Pero tuvieron que hacerlo.
Estaban sin aliento, y se
miraban con una sonrisa de felicidad. Ambos satisfechos, una última
muestra de afecto era lo que necesitaban para pasar página...
temporalmente, tal vez. Sonriendo como idiotas, ambos se levantaron y
se dieron las buenas noches. Sin otra palabra, Tysh salió del salón,
alegre y triste a la vez. Tanto como Ash.
Así debía de ser, y
ambos lo sabían.
Tendréis que perdonarme, ya sabéis que me gusta hacer sufrir a mis personajes.
Vale, estoy harta, este blog hace lo que quiere con las opciones de publicación. Creo que me voy a pasar a Wattpad.
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